martes, 12 de abril de 2016

Cultura tecnológica

Dilucidar acerca de este eje temático parte por consustanciarnos con su concepción, en un amplio espectro se podría indicar que consiste en un conjunto de habilidades, destrezas, pericia, información transmutada en conocimiento; cuyo conocimiento esta en buena medida relacionado con el espacio donde desarrollamos nuestras actividades y por el otro, tenemos las habilidades que se vincula directamente con el saber hacer que es la actitud proactiva que nos permita empoderarnos y ser protagonista de la urbe tecnológica. En definitiva, el conocimiento y la destreza nos permiten aprehender esa cosmovisión que indefectiblemente nos llevarán por la senda de la emancipación y transformación.

En este sentido, la cultura tecnológica brinda una visión ontoinplicadora sobre todas las modalidades de la conducta humana, es decir, la conciencia mundo, superando la ortodoxa tradicional bifurcación entre la actividad manual y la labor intelectual, postulando una concepción del hombre como una unidad que se compromete con todas sus potencialidades, en todos y cada uno de sus actos. La ontologización de la cultura tecnológica, pasa por reconocer la relación con el entorno de acuerdo al mundo interior de cada ser. Actualmente, la tecnología es la principal herramienta de trabajo del hombre y como tal hay que sacarle el máximo provecho de manera racional, sin que esto implique que lo condicione por ello hay que conocerla y utilizarla correctamente, siempre pendiente del impacto sociocultural de su accionar. Aquí subyace, la cultura tecnológica.

Uno de los componentes más importantes dentro de ésta temática, lo constituye la internet, cuya identidad cultural no es, por cierto, una cuestión meramente tecnológica, sino un proceso que se articula y se construye integrando la tecnología con el otro polo productivo que es la sociedad, conformada a su vez por las necesidades, recursos y proyectos. Dado que la sociedad es una entidad viva, ésta se moderniza a la par del cambio tecnológico, entonces es pertinente debatir la dirección del cambio expresada en cada caso. Visto de esta manera, resulta relevante el tratamiento ético de la cultura tecnológica.

De allí pues, que este artículo se propone recorrer una dimensión poco explorada al hablar de tecnología, y es el proceso de naturaleza humana que lleva al cambio social, aquél que, debido a nuestra necesidad de ética, a la crisis tecnosocial y a los medios para corregirla que aporta la presente revolución tecnológica, la sociedad en su conjunto debe elegir protagonizar, si se propone efectivamente hacer uso de la nueva tecnología en beneficio de las comunidades, permitiendo mejorar las condiciones de vida y bienestar. Reflexionar acerca de la relación entre la tecnología y la sociedad, significa casi necesariamente abordar las implicaciones económicas, políticas y culturales; las cuales se ponderan de acuerdo a la escala de valores compartidos por los miembros del sistema.

La cultura es todo aquello que hace referencia a las formas de interacción y comunicación entre los miembros de un colectivo, puesto que, la cultura de un grupo social incluye un conjunto de representaciones y valoraciones compartidas por sus miembros, sus pautas de comportamiento, sus medios de comunicación, sus tradiciones y las obras asumidas como propias, tanto en el campo del arte y literatura como en el de la técnica, la política y la religión, entre otros. Por consiguiente, la cultura tecnológica de un grupo social es un conjunto de representaciones, valores y pautas de comportamientos compartidas y aceptadas por los miembros del grupo en los procesos de interacción y comunicación en los que se involucran sistemas tecnológicos.

En una sociedad moderna, la inmensa mayoría de los procesos de interacción y comunicación social están influidos por la tecnología, en esa medida la cultura tecnológica se constituye en un componente esencial de la cultura global. Los conocimientos y habilidades de ingeniería, las representaciones sociales de los artefactos técnicos, las valoraciones sobre el desarrollo tecnológico, las actitudes ante la técnica y la industria, las innovaciones y proyectos tecnológicos, todo ello forma parte de la cultura tecnológica de cualquier sociedad de nuestros días.

Por último, el análisis precedente nos hace comprender por qué un país con una vasta cultura tecnológica y en el que predominen actitudes positivas hacia la técnica estará mejor preparado para incorporar y producir innovaciones tecnológicas y para extraer de ellas el máximo rendimiento. Constituyendo un enorme desafío para nuestro país.

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